FS29 - Campeones de diseño
Hacer más con menos. Ganar ancho de banda. ¿Por qué no aspirar a que la interacción traspase las pantallas? Dejar de ser una triste transacción y convertirnos en verdaderos acompañantes.
¡Hola! Soy Salvador Serrano. CEO de mendesaltaren. En los últimos años he ayudado a decenas de empresas a crear sus marcas y productos digitales. Mientras tanto, hemos hecho crecer mendesaltaren hasta lo que es hoy.
En este lugar, comparto mis impresiones sobre diseño, liderazgo, personas y cultura.
Hace cuatro años pasé por el curso de dirección de diseño de Tramontana. Éramos la primera edición. Las primeras ediciones tienen eso de cobaya y pionero. Señalar la foto de tu barrio en los setenta. Sí, yo viví en esa calle cuando había apenas tres edificios entre cañas y acequias. Ahí estaban tu padre niño y tus abuelos cuando apenas había tres promociones. Las inicios son imperfectos pero también únicos, especiales. Libres.
Fue un año, la verdad, bonito. El optimismo post pandemia. Saldremos mejores. Empezar el curso con mascarilla. Contador de C02 y restricciones. Los vendedores de filtros HEPA amasando pequeñas fortunas. Amanecer pocos meses después con un par de compañeros en un banco de Gran Vía. Fumando y hablando de la vida. Cervezas en torno a una mesa del bar Goya y conversaciones interminables.
Hablábamos de dirección de diseño y directores/as de diseño. Recuerdo reflexionar sobre lo diseñable en un ejercicio. ¿Qué elementos de tu organización son objeto de diseño?
En esas clases estudiamos diferentes referentes. Personas que como “campeones de diseño” dentro de sus organizaciones lograron innovar posicionandolas para la historia. Personas que lograron alinear negocio, cultura y tecnología a través de sus artefactos. Hablamos de Sony, Philips, Apple, Olivetti o Braun. De Ray Eames, Dieter Rams, Ettore Sottsass, Patricia Urquiola, Stefano Marzano o Kozo Ohsone.
Pienso en ese territorio de lo diseñable, y cómo muchas veces lamentamos que nuestro ancho de banda para crear es limitado. En aquel momento añorábamos más tiempo para diseñar desde el OnBoarding de un nuevo empleado, hasta el membrete de las cartas, pasando por la señalética de la oficina y las entradillas de los videos de la empresa. Ser capaces de trasladar a todos los planos de lo sensorial la experiencia de un producto.
Tuvimos un debate existencial. Qué va antes, ¿una empresa campeona en diseño o un campeón en diseño que impulsa la disciplina en la organización? ¿Puede florecer sin un terreno fértil? ¿En cualquier compañía es posible?
Mi opinión es que todo nace del sueño de unos pocos. Y que nunca hemos estado tan cerca de poder llevarlo a cabo. Mientras que muchos miran a la inteligencia artificial como una herramienta para abaratar, para copiar, para extraer, para automatizar, yo prefiero repensar la profesión desde la oportunidad de expandir. De imaginar y de construir. De agrandar el territorio de lo diseñable mucho más lejos de lo que todos esos referentes nunca pudieron soñar.
Si soñamos con herramientas que permiten adaptar una marca de forma más rápida, ¿por qué no soñar con una experiencia mucho más profunda? ¿Por qué no aspirar a que la interacción humano-máquina traspase la frontera de las pantallas? Que deje de ser una triste transacción para convertirse en un verdadero acompañamiento. Conveniente y sereno.
Me gusta imaginar organizaciones donde la estética, la narrativa, lo sensorial, se ponen en el centro como forma de crear verdaderos vínculos con nuestros clientes. Las herramientas prometen permitírnoslo. El diseño es relación y creación de vínculos, acuerdos y comunicaciones entre diferentes actores. Creo firmemente que ganarán aquellos que tengan más imaginación, ambición y capacidad de soñar con organizaciones y relaciones más sólidas.
Design as a spiritual thing
Os recomiendo echarle un ojo a la entrevista que Patrick Collison realizó al célebre Johny Ive hace unos días. Nos deja algunas perlas. Por ejemplo este extracto hablando sobre cómo una especie evolucionada se preocupa por la espiritualidad de lo que hace. Y pone como ejemplo la forma en la que se empaquetan los cables de los productos Apple.
“At designing a certain solution, for example, the cable in a box […] When somebody unwrap that box, and took out that cable. And they thought, “Somebody gave a shit about me”. I think that’s a spiritual thing.”
No creo en un futuro donde todo se abarata hasta la extrema eficiencia. No lucharé por él. Las herramientas están aquí para convertirnos en semi dioses. Para crear todo lo que queramos, sin límites, y para conectar de forma menos invasiva. Para que nuestros usuarios digan “alguien se preocupó por mi”. Para estrechar las relaciones y ser capaces de acompañar y de conectar.
¿Qué pasa si nos empezamos a imaginar no cómo diseñadores-ejecutores, si no como creadores de narrativas? Empezar a pensar como VP o CDO de una organización. Si nuestro ancho de banda se amplifica, si somos capaces de crear más con menos, tenemos un nuevo vehículo para nuestra imaginación. Para nuestra creatividad.
En el pasado otros campeones con muchas menos herramientas lo hicieron posible. Luchemos por ese futuro. Donde usamos las herramientas para expandir nuestro territorio, para que el diseño y el cuidado por los demás sea un aspecto espiritual. Para conectar de forma más auténtica.
Gracias por leer Fundamentos Serrano.
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