FS19 - Ganar los hábitos
La fuerza de voluntad es una patraña. ¿Tiene sentido tratar tu vida como una sucesión de acciones y métricas?
¡Hola! Soy Salvador Serrano. CEO de mendesaltaren. En los últimos años he ayudado a decenas de empresas a crear sus marcas y productos digitales. Mientras tanto, hemos hecho crecer mendesaltaren hasta lo que es hoy.
En este lugar, comparto mis impresiones sobre diseño, liderazgo, personas y cultura.
Hoy he pensado en variar un poco el cómo enfoco estos artículos. Atendiendo a la petición de mi socio Danny, os voy a compartir cómo he organizado y estructurado mis propósitos para el 2024.
Es un tema muy manido. Lo sé. La verdad es que lo he hecho a mi manera y supongo que de esa búsqueda más o menos inocente puede haber cierta frescura que interese a alguien. Ventajas de escribir en un avión, como fue el caso,. De no tener plantillas ni referencias. De que no haya artículos enfocados en SEO para posicionar el blog de autoayuda de un gabinete psicológico o de un centro de Yoga. Hacerlo según tu criterio.
Empecemos con lo menos interesante. Mis objetivos para este año los he estructurado en un primer apartado que comprende una serie de listados claros y medibles. SMART, supongo. La subdivisión interna en bloques tiene que ver con áreas importantes para mí. Economía, mejora personal, ocio y tiempo libre, sentimental, profesional y salud. Esta es la parte menos interesante. La parte interesante, creo yo, está al final.
Economía
Objetivo 1…
Objetivo 2…
Mejora personal
Objetivo 1…
Objetivo 2…
Ocio y tiempo libre
Objetivo 1…
Objetivo 2…
No os voy a compartir las listas ya que es algo personal y encontraréis cientos de ejemplos por ahí. Pero diré que se basa en métricas más o menos alcanzables como dormir un determinado número de horas, escribir un número de artículos en esta Newsletter, dar charlas, alcanzar objetivos empresariales, dedicar un determinado tiempo diario a consumir contenido valioso para mi aprendizaje o a actividades que me aportan felicidad como estudiar música.
Hace un par de meses, en el Summit de Modulor y mendesaltaren hicimos una dinámica donde se mezclaba a las personas y se les lanzaban preguntas digamos que complejas. Una de ellas era “¿Se puede ser feliz sin un propósito?”.
La mayor parte de la mesa dijo no tener uno. Son en su mayoría bastante jóvenes. Alguien me preguntó si me hacía feliz conseguir determinados objetivos empresariales. La pregunta tenía toda la buena intención del mundo y pretendió servir de ejemplo al resto. Pero confundía cosas. Plazos, objetivos, propósitos. Mi respuesta fue por otro lado. Me obligó a pensar qué significa para mi felicidad en este momento y qué es para mí un propósito.
Mi respuesta fue que no. Que para mí la felicidad tenía que ver con acumular el mayor número de días felices. Y que conseguir resultados empresariales, en mi caso, era un indicador de resultado de una serie de acciones. Y que esas acciones sí me daban felicidad, pero que el resultado, por sí mismo, no determinaba mi grado de felicidad. Conseguir un resultado pero haber pasado un año catastrófico podría darme un chute momentáneo, pero la felicidad era otra cosa.
No vamos a obviar que un buen resultado empresarial tienen como consecuencia beneficios económicos y que es una de las cosas que persigo en mi vida. En el fondo lo que quiero es tener total libertad y seguridad. Llegar al punto de saber que mi vida está completamente bajo mi control. Pero no es algo que me haga feliz per se.
La misma reflexión se la compartí a mi amiga Laura, a la que hacía ya tiempo que no veía, en navidad tomando un café. Me dijo no estar del todo bien, tras periodos duros en su vida. Le compartí lo que para míhabía sido el último hallazgo de lo que es felicidad, y por tanto, estar bien. Sentirse bien el mayor número de días posibles. Contar días felices como quién reza un rosario.
¿Tiene sentido tratar mi vida como una sucesión de acciones y métricas que debo realizar apoyándome en mi fuerza de voluntad? Yo he descubierto que no. Para escalar importa mucho más la postura y cómo repartes el peso que la fuerza bruta. La fuerza de voluntad es esa fuerza bruta, la identidad es tu postura, economía de movimientos y reparto del peso. No me borro del modelo anterior (el que os compartía en los primeros párrafos) pero me parece mucho más interesante acompañarlo del siguiente:
Y aquí es donde entra la parte interesante. Durante 2023 leí el libro “Hábitos atómicos”. Lo más interesante del mismo es el énfasis que pone en cómo la mejor manera de cambiar hábitos tiene que ver con cambiar la manera en la que te ves a ti mismo. Con pensar tu identidad. Verte como una persona determinada y que la acción sea la consecuencia. A partir de ahí es mucho más fácil. Dependes menos de tu voluntad.
Revisando mis objetivos de 2023 me di cuenta de que estaba satisfecho con muchos de los avances que había realizado en muchas de las áreas, pero que dichos logros habían sido realizados de manera muy distinta a lo proyectado. Estaba satisfecho con quién era a pesar de que había llegado ahí de manera distinta.
¿Tiene sentido entonces tratar mi vida como una sucesión de acciones y métricas que debo realizar apoyándome en mi fuerza de voluntad? Yo he descubierto que no. Para escalar importa mucho más la postura y cómo repartes el peso que la fuerza bruta. La fuerza de voluntad es esa fuerza bruta, la identidad es tu postura, economía de movimientos y reparto del peso. No me borro del modelo anterior (el que os compartía en los primeros párrafos) pero me parece mucho más interesante acompañarlo del siguiente:
Qué SÍ quiero ser
Quiero ser una persona que aprende a diario.
Quiero ser una persona culta.
Quiero ser una persona saludable.
Quiero ser un buen músico aficionado.
Quiero ser una persona que viaja.
Quiero ser una persona tolerante y abierta.
Quiero ser una persona generosa con los demás.
Quiero ser una persona que contribuye a mejorar su entorno.
Quiero ser una persona amable y de buen carácter.
Quiero ser una persona que presta atención, que escucha y que está presente para sí misma y para los demás.
Quién NO quiero ser
Alguien que pierde el tiempo inutilmente en redes sociales o en internet.
Alguien que se estresa innecesariamente.
Alguien que no sabe decir que que no. Si la respuesta no es SI, entonces es NO. Si para acomodar la respuesta SI tienes que cambiar más del 20% de tus líneas rojas, entonces es NO.
Alguien que acumula tareas no realizadas.
Alguien que se enfada por tonterías. ¿Merece la pena el enfado? ¿Qué consume más energía? ¿La causa del enfado o el enfado?
Alguien que discute o pelea con sus seres queridos.
Alguien que consume alcohol todos los fines de semana.
Alguien que se alimenta mal.
Alguien que huele a tabaco. No quiero ser fumador.
Alguien que no trata bien a desconocidos independientemente de la razón.
No quiero ser una persona que malgasta su tiempo.
No quiero mirar el móvil cuando estoy en la calle.
Líneas rojas
Tiempo para hablar con el equipo.
Tiempo para pensar en los estratégico.
Tiempo para escribir.
Tiempo para leer y aprender.
Tiempo para hacer deporte.
Tiempo de calidad con mi pareja.
Tiempo para tener mi casa limpia y ordenada.
Tiempo para mantener una comunicación fluida y sana con mis socios.
Tiempo para estudiar música.
Tiempo para ver cine.
Tiempo para llevar adelante mis responsabilidades.
Este ejercicio de pensar en quién quiero y no quiero ser, así como escribir cuáles son mis límites me ha ayudado a encuadrar mucho más ese enfoque más numérico basado en objetivos que os compartía al inicio del artículo. Me resulta mucho más fácil no tratar de convencerme a mí mismo de hacer o no hacer algo: si soy esa persona, si me proyecto así, ya estoy convencido.
Gracias por leer Fundamentos Serrano.
Hasta aquí el fundamento de hoy. Si te ha gustado, no olvides darme un ❤️ y compartirla con quien consideres. Si tienes algún comentario, lo que sea, te invito a conectar conmigo en redes y dejarme tus impresiones.
Me atrevo a decir que pretender tocar y saborear la felicidad se parece a perseguir el arcoíris... Según mi padre, “La felicidad no existe, existen momentos/etapas felices.” Tiene sentido.
Gracias, ha sido inspirador. Y he tomado muchas notas.